La baja edad media (siglo
XI-XV)
Prof.
Líber Romero *
Alrededor
del siglo XI se realizan cambios a nivel productivo que modican la geografía
humana europea (arado de punta de metal y vertedera, cultivo trienal, molinos
de agua y mejora de la tracción animal con el arnés al pecho). La ciudades
crecen en población e importancia comercial logrando en algunos sitios un
estatuto propio (es el caso de la ciudades italianas). Este florecimiento
económico va unido con el desarrollo de una cultura citadina que alcanza su
máxima expresión en la creación de las universidades. La sociedad medieval se va
complejizando con la aparición de un nuevo sector social: los burgueses.
En
el siglo XI Aldalberón. Obispo de Laon,
expone que “(...) la ciudad de
Dios, que se cree una sola, está dividida en tres órdenes: algunos ruegan,
otros combaten y otros trabajan. Estos tres órdenes viven juntos y no
soportarían una separación. Los servicios de uno de ellos permiten los trabajos
de los otros dos. Cada uno, alternativamente, presta su apoyo a todos”. Así se
fundamentaba el papel del clero en la nueva sociedad feudal dividida en tres órdenes o estados; en el plano de las
creencias esta división tripartita se
verá reflejada con la aparición del purgatorio.
En
el ámbito político los siglos XI -XIII ven el enfrentamiento entre el papa y el
emperador en torno a la supremacía del uno sobre el otro. La discusión (la
disputa de las dos espadas), se centra en que el poder religioso es superior al
poder secular. El papa revestiría la “auctoritas” (el poder máximo) que
delegaría la “potestas” (poder político, legislativo, administrativo); para el
emperador el problema es tener dentro de su territorio a una institución autónoma
gobernada por un “otro” externo. El conflicto se desarrolla en el ámbito
teórico, político, diplomático y militar.
Las cruzadas y la influencia
sobre la historiografía.
El
desarrollo de las Cruzadas (1096-1270), esa gran empresa militar y religiosa,
que implicó la movilización y muerte de
miles de personas en torno al rescate de la ciudad sagrada de manos de los
“infieles” iniciará una crisis de larga duración. Clímax de fervor religioso
movilizó a masas de europeos, que generó a su camino pogromo a judíos y musulmanes, los puso en contacto con otras
culturas y, en especial, con Bizancio y su preservación de la cultura
grecoromana.
Las
Cruzadas generan un tipo de relatos sobre la peregrinación a la ciudad santa.
En los mismos se mide el tiempo en función del propio viaje; el sentido del
trascurrir esta poco desarrollado y el pasado aparece difuso (“antaño”, “desde
hace tiempo”). La característica más general es la representación de los
grandes acontecimientos de la historia sagrada.
Las universidades
En
las universidades se va a desarrollar la escolástica, cuyo objetivo era llevar
al hombre las verdades reveladas. La forma de hacerlo era a través de
comentarios de los textos sagrados o consagrados, estos revestían el carácter
de “auctoritas”. No se trata de buscar la verdad, que ya está dada por la revelación
divina, sino tratar de entenderla. Los textos sagrados contienen toda la
verdad-son atemporales- solo hay que hacerles las preguntas correctas. En
función de ello utilizaran los instrumentos de la tradición griega,
incorporando en forma bastante eclética nociones filosóficas.
Independientemente de este formato de análisis mecánico y repetitivo por los
recovecos comienza a aparecer un desarrollo del conocimiento nuevo.
El aristotelismo cristiano
Tomás
de Aquino nació en 1225 en el seno de una
familia noble. A partir de los cinco años, fue educado en la abadía de
Montecasino en donde aprendió gramática, latín, música, moral y religión. Entre
1239-44 estudió en la Universidad de Nápoles, luego de lo cual se ordenó como
monje dominico. En 1252 ejerció como
maestro de Teología en la Universidad de
Paris. En este período escribe la
Suma teológica. Murió en 1274
El
dominico incorporó las ideas
aristotélicas- que habían ingresado desde la península ibérica a través de las
obras de Avicena (ca 980-1037) y Averroes(1126-1198) - al razonamiento
escolástico asumiendo que fe y razón eran medios compatibles de conocer la obra
de dios. Nótese el cambio con respecto a las afirmaciones de Agustín de Hipona
de que solo la fe permite el conocimiento. Obviamente la razón no sustituye a
la fe, pero le puede servir al demostrar sus principios y aclarar sus verdades.
Al final de su vida el tono de su razonamiento se vuelve pesimista al advertir
que fe y razón pueden no ser coincidentes.
Los
razonamientos de Tomas de Aquino dejan el camino fértil para afirmar el contraste entre fe y razón, con lo cual el
problema escolástico mismo se vacía de contenido. En ese camino encontramos
primero los planteos de Denis Escoto (ca 1266-1308) y finalmente a Guillermo de
Occam (1290-1349). Este último al considerar como dos caminos distintos a la fe
y la razón permitieron a la investigación filosófica y científica un nuevo
campo de acción. El desarrollo de estas ideas culminará colocando al ser humano
en el centro del conocimiento y a la razón como único método válido.
Las crónicas caballerescas y
de la ciudad.
La
pérdida de peso de la Iglesia y el aumento del poder de los monarcas feudales
hacia necesaria una historia que reflejara estos cambios sociales. Esto permitió
el surgimiento de la crónica caballeresca, que se comenzará a escribir en
lengua vernácula para alejarse del latín (la lengua de la Iglesia).
Este
relato laico justificará las acciones de los sectores en el poder para mantener
su dominio. La visión aristocrática de los historiadores calla o censura las
acciones de las masas campesinas, a modo de ejemplo para Froissart(1337-1410),
refiriéndose al levantamiento de 1358, el pueblo carece de lógica, es irracional,
fundamentando así la represión posterior por parte de los nobles. Así vemos
como la irracionalidad de la masa es un viejo argumento conservador que esconde
una crítica a una “racionalidad” distinta.
“De
la dependencia de la historia con respecto al poder se derivan muchas
servidumbre para el memorialista: la estrechez el campo de visión (que se
limita a los hechos militares, a la vida de la corte y a las grandes ceremonias
religiosa o civiles, ignorando por completo al pueblo) la utilización del
estilo noble (o la ampulosa escritura de los borgoñeses, o la imitación del los
autores antiguos como Thomas Basin), y finalmente, tomar partido por el
príncipe que encarga la obra o que , por lo menos, la financiaba” (BOURDE-
MARTI, p.54)
La
crisis demográfica, económica, social y política que provoca la peste negra
cuestionó el mundo tal cual era conocido y en su proceso de transformación
surgirán nuevas voces y visiones de la historia.
*Profesor
en historiología en formación docente
Bibliografía
citada
BOURDÉ,
Guy- MARTIN, Hervé, (1992) Las escuelas históricas, Madrid, Akal
Artículo publicado en El popular.
Semanario, Montevideo, 21 de junio de 2013, N° 230, 3°época
NconscilKxuane Jennifer Berger Here
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